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miércoles, 25 de septiembre de 2013

"Al final de la partida, tanto el peón como el rey vuelven a la misma caja"

El peón es el que hace el trabajo sucio, es aquel que muere por los demás porque "así ha de ser". Para que el juego comience y tome forma, éstos han de caer los primeros. Los alfiles, las torres, y los caballos son los encargados de dar soltura al juego, de defender a la reina y al más importante: al rey. Perder a uno de estos defensores es un duro golpe, pues el adversario estaría de esta forma más cerca de ganar la partida. El rey, la pieza principal, es la más valiosa, ya que perderla significa el fin.

Mientras va teniendo lugar la partida, van cayendo peones, alfiles, torres, ... hasta que sólo queda el rey, y con astucia, intenta no ser acorralado por el adversario. Quizás, sin saber éste, que a pesar de ser la pieza que da sentido al juego, la más valiosa, una vez finaliza la partida, tanto el peón como el rey vuelven a la misma caja. Luego entonces, ¿por qué lo hacéis todo tan complicado? Total, vais a ir a parar al mismo lugar que el presidente cuando os llegue vuestro momento...



1 comentario:

  1. Soy filósofo y es la dura verdad pero, "el presidente lo disfrutó y tú, nada"...

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