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domingo, 9 de junio de 2013

"El hombre del siglo XXI no tiene tiempo para reflexionar"

Hay quien dice, piensa, y manifiesta esa creencia por la que quien no arriesga, no gana. Yo la respeto y comparto, pues añado además que quien no lo hace, además de no ganar nada, en ocasiones pierde. Para que sucedan las cosas has de elegir, de tomar decisiones de las cuales, si supiéramos dónde desembocan, no tendrían la importancia que tienen. Si no elijes, además de no ganar, te privas de ver qué pasaría: pierdes.
Claro que, el conocimiento que mi experiencia me brinda me hace ver que no todo consiste en arriesgar, pues a veces hay una barrera (franqueable, siempre franqueable) que impide que actuemos de tal forma.

Sé diferente, te tildarán de raro. Sé honesto, serás de bueno, "tonto". Sé valiente y ten coraje, sé tenaz, que cuando logres más que otros serás envidiado y perderás amistades y colegas. Sé tú mismo, y te llamarán falso aquellos que no te conocen. Saca buenas notas, te llamarán empollón. Sé atrevido, y te dirán payaso aquellos que no se atrevan a serlo. Ten suerte, y te dirán tramposo. Sé amigo de tus amigos, y estos actuarán en consecuencia, o no, apartándose de sí el velo que los cubría. Sé quien quieras ser sin miedo a lo que acontece, pues al fin y al cabo es lo que te vas a llevar. No actúes de tal forma que tu conducta aspire a convertirse en una norma universal si no quieres hacerlo, la libertad te hace libre, y como tal, tú eres quien elije, y no Kant por ti con sus aseveraciones. Sé un pensador y promueve el cambio, que no tardarán el llamarte filósofo con aire despectivo. Esto ocurre. Esta barrera hace que muchos se lo piensen dos veces a la hora de actuar, y, tanto es así, que llegamos al día en que el I.V.A. está por las nubes, al contrario que las pensiones, y análogamente a las tasas de paro. Se han dado casos de personas que han tenido que dejar sus estudios porque no pueden afrontar los pagos, y es que estos han ascendido un 38 porciento desde el año pasado.
Nadie pone pie en pared, ¿por miedo al qué dirán?, ¿sumisión ante el poder que nosotros mismos hemos otorgado? Nadie lo cuestiona. Nadie es capaz de alzarse y ver todo cuanto no ve; así como nadie dice ese a la vida que gritaba Nietzsche en el siglo XIX, afirmando el presente. Más que nada porque nadie sabe quién es él, ni qué hizo, ni porqué el mismísimo Hitler aseguró haberse influenciado por su filosofía. ¿Cómo esperamos salir de la crisis sin pensar?, ¿qué se pretende enterrando a la filosofía y despojándola de su importancia?
Hay un caso anecdótico en la historia de la filosofía por el cual, al parecer, Platón (filósofo griego de gran importancia) quedó ensimismado por la definición que su maestro Sócratres le brindó para el hombre, llamándolo "bípedo implume", es decir, el hombre sería un animal que reposa sobre dos patas y que no tiene plumas. Ante esto, Diógenes, desplumó un pollo y lo mostró diciendo "he aquí un hombre". ¿Interesante?, lo es, pero más aún es la reflexión que guarda tras de sí. El pensamiento de unos y otros y ese afán por superarse en sus conocimientos, por demostrar que todo conocimiento es susceptible a mejorarse, a refutarse. Esto se pierde, a pasos agigantados, y se percibe en el ambiente. Se respira resignación ante los hechos, ante las ideas. Ante la no filosofía en las aulas y el encoger de hombros de muchos profesores.

Creo que el hombre del siglo XXI no tiene tiempo para reflexionar, y es un grave problema.
Pero aún no está todo perdido.



"If you ever feel neglected,
if you think all is lost, 
I'll be counting up my demons, yeah, 
hoping everything's not lost"
(...)

"Come on yeah, oh oh yeah, come on yeah,
Everything's not lost

Oh oh oh yeah, oh oh yeah, oh oh yeah,
And everything's not lost"







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